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La influencia de los medios de comunicación de masas en las personas

enero 8, 2010

La influencia de los medios de comunicación de masas en las personas es un tema indiscutible, sobre todo hoy en día que vivimos rodeados de MSM por todas partes. Cuando nos levantamos encendemos el televisor o la radio, revisamos el correo (pero no el del buzón, sino el electrónico), entramos en alguna de las redes sociales de las que formamos parte (tuenti, Facebook,…), otra visita obligatoria serían los blogs que visitamos diariamente. Al entrar en el metro nos ofrecen el periódico para que durante nuestro viaje no perdamos ni un minuto sin saber que está ocurriendo en el mundo.

Durante todo el día nos encontramos en contacto directo con este nuevo mundo en el que la información llega casi más rápido que la luz.

Pero también está claro que la influencia de los medios es  diferente dependiendo del momento o de la edad que tengamos. Esto sería lo que podríamos denominar la influencia de los medios de comunicación de masas desde el punto de vista de la psicología evolutiva.

A medida que crecemos vamos formando parte de este mundo de los MCM, observamos como un niño cambia su actitud ante la televisión durante su etapa de crecimiento desde los tres meses a los doce años, edad en la cual comienza a introducir nuevos medios en su vida, el ordenador, los videojuegos,…

Otro ejemplo lo podríamos ilustrar con Internet. Es un ejemplo difícil puesto que la novedad de este medio no permite realizar un estudio muy exhaustivo sobre el mismo. A la edad de los ocho años más o menos tienes tu primer contacto con Internet. A los diez sería el momento en el que comienzas a abrirte alguna cuenta y a chatear con programas tipo Messenger. En la etapa de los trece años pasas mucho tiempo en Internet comienzas a descargar música, series, películas, el chateo es diario y posiblemente ya forme parte de alguna red social. Con dieciséis ya pasas menos tiempo en el ordenador puesto que los estudios requieren una mayor atención, pero ahora Internet es tu nueva herramienta de trabajo, donde buscas información para tus tareas y te sirve como base de consulta. De ahí en adelante tu vida estudiantil y laboral queda adosada a Internet y por tanto se puede decir que la influencia de este medio en tu vida es diaria.

En tus capacidades sociales y cognitivas queda por tanto la huella de un crecimiento influenciado por Internet. Este ejemplo es personal, así que puede haber variaciones en edades y diferentes experiencias.

En cuanto al cambio en la forma de expresar emociones, en los que consideramos público o privado o los nuevos hábitos sociales, ante la aparición de nuevos MCM podemos decir que se ha desarrollado un fenómeno espectacular del que todos somos espectadores y actores a la vez. Hoy en día cualquier sentimiento, cualquier pensamiento u opinión son publicados de inmediato y podemos encontrarlos con solo deambular por los millones de blogs que encontramos en Internet.

Anteriormente nuestras emociones únicamente eran expuestas a través del diálogo con otras personas, o en contadas ocasiones a través de alguna publicación en un periódico o revista. Hoy no es así, y esto nos lleva a un gran dilema. Por una parte, ahora más que nunca aparece la libertad de expresión, no como tal puesto que ya antes podíamos expresarnos libremente pero hoy lo podemos hacer dirigiéndonos a un público infinito.

De esta manera nos abrimos y eso hace que nuestros hábitos sociales vayan cambiando junto a la evolución de los MCM. Hace años el marco del café junto a una persona de confianza nos servía para mostrar nuestras emociones, hoy sustituimos a la persona por el ordenador. Además se escribe, como es el caso de los blogs, a un destinatario sin rostro. Se colectiviza por tanto la comunicación que antes solo guardábamos para determinadas personas. En la parte negativa de todo esto se encuentra el mal uso que determinadas personas desconocidas por nosotros hacen de lo que hayamos publicado en Internet. Además, entrando ahora en las diversas redes sociales, entregamos al infinito público de Internet una llave pare que acceda a nuestra vida privada. Esto puede ser bueno o devastador. Las empresas ya contratan a especialistas que investiguen o “espíen” nuestra vida privada a través de Internet, así que antes de acudir a una entrevista de trabajo, esas personas ya pueden saber con quien tomaste copas el sábado, o el último viaje que realizaste, pero todo porque tú lo has querido compartir con medio mundo.

Otros nuevos medios como los teléfonos Blackberry nos permite en todo momento enviar mensajes gratuitos a nuestros amigos para así tener localizados y en muchas ocasiones controlado (con todas las connotaciones positivas y negativas que lleva este palabra) a todo nuestro grupo de amigos y conocidos.

Por lo tanto, un uso responsable de todos estos medios sería lo óptimo. El problema, cuando tu vida privada queda completamente expuesta ante miles y miles de ojos que simplemente al mirar una pantalla conocen más de ti que el amigo con el que antes tomabas aquel café.

Enlazamos ahora con la cuestión de las habilidades cognitivas y sociales que Internet puede atrofiar o estimular en nosotros. Está claro que Internet es una herramienta de trabajo inmejorable y que además es un espejo de cultura magnífico puesto que nos permite acceder a cualquier información en cualquier momento (siempre y cuando nosotros también seamos buenos buscadores y sepamos diferenciar entre la objetividad y la subjetividad de los autores), pero eso ha ocurrido siempre en otros medios como los periódicos.

La parte mala de todo esto es cuando Internet nos absorbe de tal manera que anula por completo nuestras habilidades sociales porque o bien no conocemos la sociedad real, la de la calle, la que se conoce paseando, entrando a una cafetería, o bien porque creemos que la sociedad se encuentra dentro del ordenador. En cuanto al  tema de las nuevas formas de identidad, anteriormente solamente el irte a una nueva ciudad o país te daba la oportunidad de ser otra persona, de empezar de cero. Hoy en día, cada vez que encendemos el ordenador y entramos en la red tenemos la oportunidad de ser quien queramos. Como todo, siempre tiene su parte positiva y su parte negativa.

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